Aprender a sufrir
Fueron años y años de sequía futbolística, en donde no se veía por ningún lado alguna forma similar a un título, los clásicos ganados eran celebrados como estrellas y no es para menos vivía el Santa Fe los malos tiempos.
Pasaron los ochentas, los noventas y llegó el nuevo siglo, equipos reducidos en nómina, llenos de corazón y garra pero sin talento suficiente para alcanzar la tan anhelada séptima estrella, en 2005 estuvo cerca, sin embargo se quedó en intención cuando Nacional en su casa ganó el título y de paso empezó una seguidilla de triunfos que lo catapultaron a lo que es hoy en día.
Santa Fe por su parte seguía en la lucha, peleando en el Ecuador de la tabla, dando recitales algunos domingos y sufriendo otros, la misma historia de siempre.
En 2009 y con la incorporación de algunos jugadores importantes, claves y respetuosos de la institución a la que habían llegado, empezó una etapa importante, por no decir la más exitosa del cuadro capitalino.
La base de estos jugadores que gano la “Copa Colombia” fue la misma que en 2012 alcanzo la séptima estrella librando al equipo de años de sufrimiento. Pero para llegar al 2012 pasaron muchas cosas, no fue de la noche a la mañana que estos jugadores con garra, corazón y talento se alzaron con el titulo.
En 2009 ante el Pasto se inicio un proceso en donde más allá de las victorias el plantel aprendería a sufrir, pero sobretodo a aguantar, a esperar su momento, a ser un equipo unido y fuerte.
De a poco y a pesar de las afujías económicas estos hombres iban escalando en la tabla de posiciones, lograron llegar a competencias internacionales en donde lograban destacar, precisamente en una de esas destacadas presentaciones y en medio de un viaje el entonces patrocinador una bebida alcohólica decidió cancelar el contrato con el cuadro cardenal, se vivieron horas de incertidumbre, el dinero que ya escaseaba ahora haría más falta que nunca.
A punta de fútbol y corazón lograron salir adelante, hasta el momento, la historia habla de un solo triunfo, de buenas actuaciones pero de muchas vicisitudes, algo que sin lugar a dudas refuerza la tesis que dice: Hay que aprender a sufrir para poder ganar.
Los mismos hombres que en 2009 empezaron el proceso de aprender a sufrir, fueron los que en 2012 con algunos canteranos, un par de refuerzos y la misma garra y corazón que siempre ha identificado al Santa Fe conquistaron la séptima.
La base se trato de mantener y con ese esfuerzo llegaron más títulos, la octava, la novena, la Suramericana y hasta la Suruga.
Como todo en la vida, los ciclos se van cumpliendo los héroes de la séptima poco a poco se fueron yendo, dejando jugadores que vivieron solamente los buenos tiempos, si bien pueden estar comprometidos con la camiseta, con la hinchada, con el escudo, no saben lo que fue sufrir.
De los hombres que están en la plantilla actual del Santa Fe solamente uno hizo parte de esa etapa dorada, Juan Daniel Roa, Roa lo dijo en determinado momento Omar Pérez debe ser el capitán del cuadro albirrojo, Roa sufrió, aguanto palos de todos lados, estuvo en las buenas y en las malas, ahora que Pérez se fue, que hace falta un hombre que sepa sufrir para después aprovechar la oportunidad y empezar a ganar debe ser Roa quien tome la batuta del equipo, primero para enseñarle a sus colegas a sufrir a lo Santa Fe, para que después una vez más todos juntos puedan celebrar a lo Santa Fe.